viernes, 24 de marzo de 2017

LA CELESTINA


CUESTIONARIO LA CELESTINA.

      - Tras la lectura de La Celestina, he de decir que me ha parecido muy original esta forma de trabajar la teoría, ya que a través de la lectura hemos ido tratando diversos temas relacionados con el teatro en esa época. Además, el hecho de representar nosotros mismos las obras, hace que pongamos más entusiasmo en la tarea.

      - Al principio no me agradaba mucho la idea de tener que leer esta obra, puesto que no suelo leerme libros de este tipo ni me llaman la atención. Probablemente, si la profesora no hubiese propuesto leerlo en clase, yo nunca lo hubiese hecho. He de reconocer que los primeros días se me hicieron un tanto aburridos, pero con forme iba pasando el tiempo y nos sumergíamos más en la historia, ese aburrimiento pasó a convertirse en interés. Yo misma me sorprendí al darme cuenta de que, finalmente, me había enganchado al libro. Ahora que ya hemos finalizado la lectura, sinceramente, me parece que a pesar del trágico final, y de tener un vocabulario bastante extraño a veces, es un libro muy entretenido e interesante, y que yo, personalmente, recomiendo al 100%.

      -En esta obra encontramos una gran variedad de sentimientos, aunque, desde mi punto de vista, el amor y el dolor son los sentimientos que aparecen con mayor fuerza en la obra. Calisto, es uno de los personajes que más encarna dichos sentimientos, pues durante casi toda la obra sufre por el loco amor que siente por Melibea y, además, padece un gran dolor por no ser correspondido. Su dolor cesa finalmente cuando Melibea le corresponde con el mismo amor que él le da. Aquí es donde encontramos el amor por parte de Melibea, amor que posteriormente se transformará en un inmenso dolor, pues tras la desafortunada muerte de Calisto, Melibea se encontrará inmersa en una gran pena de amor que finalmente terminará acabando con su vida.
     Por otra parte, encontramos fidelidad, amor e ira por parte de Pármeno. Este es un personaje bastante curioso, un personaje redondo que va evolucionando a lo largo de la historia. En un comienzo, Pármeno era un buen hombre, fiel a su amo, Calisto, y lleno de amor por su querida Areúsa, pero con forme vamos avanzando en la historia, vemos como la ira se va apoderando de él y como finalmente, el odio y la ira que siente, acaban por hacerle cometer un asesinato, el asesinato de la vieja Celestina.

     - El amor es un sentimiento que aparece a lo largo de toda la obra y que todos los personajes, en mayor o menor medida, lo sienten. Quizás, el personaje que menos amor muestra en la obra es Celestina, pues es una mujer interesada y ambiciosa, que no hace favores sin obtener nada a cambio. Sin embargo y como ya he dicho anteriormente, todos sienten amor. Calisto por Melibea, Melibea por Calisto, Pármeno por Areúsa, Areúsa por Pármeno, Celestina y Elicia sienten el claro amor de madre e hija, y Alisa y Pleberio, sienten un gran amor tanto el uno por el otro, como los dos por su hija, Melibea. Encontramos el loco amor (el que siente Calisto por Melibea al principio de la historia), y vemos como al ser correspondido, ese amor se vuelve bueno. Aparte, en esa época, el amor estaba ligado a los temas económicos, ya que la mayoría de las jóvenes no se casaban por amor, sino por tener una buena posición económica y pasar su vida al lado de un buen hombre. Si llevamos este tema a la actualidad, en general, en estos tiempos ya no ocurren este tipo de cosas, pues todas las jóvenes son libres de enamorarse de quienes quieran, casarse, divorciarse…No se les impone el tener que comprometerse con un hombre tan solo por una buena posición económica, y claramente, los padres ya no deciden por ellas. Todo esto dicho desde una visión general, pues como en todos lados, hay excepciones. Un claro ejemplo de esto lo podemos ver en la cultura gitana, donde las chicas son casadas por sus padres, con apenas 15-16 años (quizás antes), y dónde sí se les impone el comprometerse en matrimonio con un joven que probablemente, no sea de su agrado.

      - En La Celestina, se diferencian dos mundos, el mundo de la riqueza y el de la pobreza, donde Calisto, Melibea, Pleberio y Alisa pertenecen al primero, y los demás, (Celestina, Pármeno, Sempronio, Elicia, Lucrecia…) pertenecen al segundo. Es algo que podemos ver fácilmente, pues tanto Calisto como Melibea son jóvenes de buena vida, de buena educación y clase social, sin problemas económicos…mientras que los demás se ganan la vida trabajando, Pármeno, Sempronio y Lucrecia como criados, y por otro lado, Celestina, se la gana con sus negocios. Comparando esta época con la actualidad, vemos como hoy en día estos mundos siguen existiendo, y bajo mi punto de vista, aun es peor. Es una pena ver como niños de tan solo 6 o 7 años son explotados día y noche, ver a ancianos dormir en la calle, o a padres sufriendo por no poder darles a sus hijos la vida que se merecen…mientras que, sin embargo, otras familias viven en mansiones, se pasan la vida viajando y están llenos de lujos. Esto es algo que me parece bastante injusto, pues todos somos iguales y todos deberíamos tener las mismas oportunidades y comodidades. Quizás en España, a pesar de que cada vez las cosas van peor, podemos sobrellevar esta situación, pero hay algunos países en donde la pobreza abunda, y lo peor de todo es que los más ricos, los que podrían ayudar, no hacen nada.

    -Al final de la obra, se hace una crítica importante sobre Alisa y Pleberio, dónde podemos ver a un padre al mando de la vida de su hija, pues es él quien toma las decisiones por ella y es él quien decide sobre su futuro, y una madre bastante ingenua, pues piensa que su hija hará todo lo que tanto ella como Pleberio desean. Sin embargo, Melibea no está dispuesta a ceder a sus deseos, pues es una mujer que decide tomar las riendas de su vida, quiere vivir el día a día y disfrutar de su amor, y sobre todo, desiste a casarse. Si comparamos a los padres de Melibea con unos padres de la actualidad, podemos encontrar diferencias pero también similitudes. Pleberio y Alisa son unos padres protectores, que piensan en el bien de su hija e intentan darle un buen futuro al lado de un buen hombre, pero también, son unos padres un tanto desentendidos, que han dejado a su hija al pendiente de una criada, en vez de estar ellos pendientes de ella. Hoy en día, podemos encontrar padres muy protectores y otros muy desentendidos, esa es la realidad. Siendo sincera, yo pienso que no deben llamar a los padres “sobreprotectores” por el simple de preocuparse por su hij@, pues, ¿quién no se preocupa por el futuro de un hijo? Es su deber como padre/madre. Pero también hay que dejar cierta libertad a los hijos, pues ellos crecen y a medida que van creciendo son ellos los que deben decidir lo que hacer con su vida, pueden acertar o fallar, pues todos tenemos derecho a equivocarnos, y ahí, es cuando los padres deben estar presentes, para aconsejar y apoyar.


     - En cuanto a los personajes femeninos que aparecen en la obra, (Celestina, Melibea, Elicia, Areúsa y Lucrecia) podemos ver que excepto Celestina, todas las demás mujeres no son libres, pues Elicia está a cargo de su madre, y Areúsa y Lucrecia tienen que vivir trabajando o como criadas para ganarse la vida, esperando algún día ser casadas. Al contrario que ellas, Celestina sí es libre, pues ya es una mujer mayor con el derecho de decidir sobre su vida y también, sobre la de su hija. En esa época las mujeres, a pesar de no estar muy valoradas con respecto al hombre, ya empiezan a tomar un lugar importante en la sociedad, ya se les ve, dejan de ser invisibles. El prototipo de una buena mujer era aquella que hacía caso a sus padres, mantenía la honra de la familia y aceptaba el matrimonio impuesto por sus padres; era aquella que aceptaba las órdenes de su marido, era fiel y capaz de concebir una criatura en su vientre (pues tanto el amor como la sexualidad estaban ligados a la procreación). Y como mala mujer encontramos a aquella que no era fiel a su marido, que no mantenía su virginidad, que mantenía relaciones amorosas en secreto. Si llevamos este tema a la actualidad, vemos como las cosas han dado un giro radical, pues prácticamente las mujeres ya somos capaces de hacer cualquier cosa que los hombres, somos igual de valoradas que ellos y se nos respeta. Podemos vestir como queramos y salir con quién nos plazca, pues es nuestra vida, somos libres de decidir y no dependemos de nadie (una vez alcanzada la mayoría de edad, claro está, pues mientras tanto estamos a cargo de nuestros padres y debemos obedecerles). La evolución de la mujer en la sociedad es algo que no debe cesar nunca, pues tenemos derecho a avanzar y hacernos un hueco en la sociedad, ya que lo único que nos diferencia de los hombres es el sexo, y por lo tanto tenemos las mismas capacidades que ellos.

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